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Nunca he pretendido cambiar la vida de nadie.

 

Muchas veces se piensa que, aquellas personas que tienden a querer tener las cosas bajo control, pueden ser unas obsesionadas. Yo me veo reflejada y así me lo han dicho muchas veces, pero mal de ellas que se pierden una vida más fácil y más cómoda —dado que no perdemos el tiempo en buscar aquel jersey que parece que se perdió en el fondo del armario, o aquellas llaves que se las tragó el cajón—. El “yo juraría que lo dejé aquí” hace perder mucho tiempo, y no os cuento el “no tengo ni idea donde fue a parar” que a veces puede ser frustrante. Y creedme que a mi también me pasa, yo también pierdo algunas cosas y otras me quedan atrás, pero eso forma parte del paso del tiempo por nuestras neuronas (que éstas sí que no se pueden guardar en ningún cajón).

 

Algunos de mis clientes me cuentan a posteriori que  no saben porque no me llamaron antes y algunas personas me dicen también que les da vergüenza que «veamos cómo está su casa” (cuando no saben que es así como me gusta encontrármela, porque es tan  reconfortante el resultado final…). Yo les explico que es muy habitual, que nadie quiere meter extraños en su hogar, en su universo, y que es un paso importante el pedir ayuda externa para ir desenmarañando una madeja cotidiana que va a aportar tranquilidad y una buena ración de oxígeno; será como abrir una ventana en primavera y exhalar esa fragancia a mimosas (que a mi tanto me gusta), ¡el cambio se percibe!

Nunca he pretendido cambiar la vida de nadie. Eso sería contraproducente, ya que cada uno de nosotros adaptamos nuestro espacio a nosotros mismos. Lo verdaderamente importante es reconducir aquellos hábitos que, sin darnos cuenta ni pretenderlo, los vamos normalizando hasta hacernos entrar en una rutina que nos llevará por momentos hacia el caos. Quizás soportable, pero al fin y al cabo, caos.

 

Escuchar primero y actuar después es nuestra forma de trabajar. No vamos a cambiar tus espacios; tus  armarios, tus alacenas, tus estanterías… sólo los vamos a reorganizar para que encuentres lo que necesitas sin perder el tiempo, para que te sea más fácil y cómodo vivir en tu propia casa. Estarás deseando llegar a tu salón y abrir esa ventana…

 

Piensa en qué estancia pasas la mayor parte del tiempo, entras, sales y vuelves a entrar. Por ahí solemos empezar. Os aseguro que da muy  buen resultado. Solo pretendemos hacerte la vida más fácil.

 

Trabajamos siempre por y para  tu tranquilidad.

 

Ana Collazo

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